octubre 12, 2009

Tláhuac: el riesgo del progreso


Les compartimos el siguiente articulo direccionado desde el Centro Independiente de Noticias:




[México / Indymedia México]
Agua, cultivos y fauna, entre los amenazados
Viernes 9 de octubre de 2009, por Prometeo.

El abasto de maíz, amaranto, quelite, chile, haba, calabaza y hortalizas nativas como el frijol acoyote decrece aún más en el Distrito Federal con el avance de la línea 12 del metro en plena crisis alimentaria . Lo mismo sucedería con reservas de agua que descienden de la sierra de Santa Catarina y los subsuelos de Zapotitlán, humedales que regulan la temperatura de la ciudad.
«La alimentación te da independencia», dice un ejidatario. Y sin una fuente constante de recursos agrícolas, se tendrían que adquirir en los estados a un precio mayor, perdiendo la autosustentabilidad del Distrito Federal.
Comuneros, colonos y ejidatarios se hallan divididos, incluso entre sus familias. El reemparcelamiento de terrenos abrió una brecha entre la comunidad al entregar pagos de 60 pesos por metro cuadrado. Algunos. Hay pintas en contra del metro; otros esperan con ansias que culmine la obra que reducirá su tiempo de transportación hacia partes más céntricas de la ciudad.
El asesinato del ejidatario Manuel Cadena, la muerte de uno de los agresores y el presunto atropello de un ejidatario por un carro de la constructora ICA avisan de que los conflictos no amainarán. Son parte del saldo negro que deja la megaobra más grande del orbe en su desarrollo.

Por el contrario, el 18 de septiembre causaron enfrentamientos con la policía y el cierre de los accesos en la delegación y las principales avenidas.
Uno de los agresores de Cadena, Sergio Quiroz Banderas, fue detenido en un hospital cuando llevaba, herido de muerte, a su sobrino Victor Eduardo Blancas Quiroz, también identificado como agresor. Sin embargo, su madre fue detenida días antes cuando intentaba denunciar las amenazas que había recibido por presuntos integrantes del Frente Popular Francisco Villa.
La delegación canceló las celebraciones del 15 de septiembre, y por ende, el grito de Independencia por temor a que se desbordaran hechos de violencia. La mañana siguiente amaneció rodeada de granaderos. La tensión se acumuló cuando los pueblos convocaron a reunirse en la plaza principal de esta delegación, donde hubo presencia de marinos y un diario de nota roja voceaba la detención de Quiroz.

«Tenemos miedo de perder nuestra cultura», afirman pobladores que saben que en la vida campestre todos se conocen y se interrelacionan.
Se encuentran en riesgo áreas arqueológicas. Se estima que hay más de diez pirámides enterradas en el paraje del Telpulli que precederían a la llegada del imperio mexica, cuando Tlaltenco se formaba en pequeñas ciudades lacustres en lo bajo de los cerros.
Especies nativas como el zorrillo, teporingo, camaleón, la tórtola y patos que hacen su parada en época migratoria se hallan amenazadas no solo por el metro, sino por otras construcciones como una academia de policía, un penal de máxima seguridad (actualmente suspendido pero no cancelado), un basurero y corredores tecnológicos y turísticos que incluyen casinos, hipódromo y galgódromo y una zona de viviendas para los trabajadores del metro, que desplazaría a los actuales campesinos urbanos.
Además de las constructoras ICA, Carso y Alstom, los tres principales partidos políticos (PAN, PRD y PRI) han sacado gran provecho de éste proyecto; mientras el Gobierno del Distrito Federal encabezado por Marcelo Ebrard presume la batuta, la administración de Felipe Calderón afirma su protagonismo; y obreros de la CTM que apoyan a Enrique Peña Nieto arrebataron el monopolio de trabajo a los transportistas locales ganando salarios de 250 pesos el viaje, mientras antes cobraban 380.
En los avances de las obras de Tlaltenco se observa material de construcción de segundo uso en lo que serán vías, mientras los talleres están hechos con material nuevo. A los ejidatarios, tanto simpatizantes como opositores no les ha quedado observar cómo la obra redujo sus espacios por el reemparcelamiento. Trabes, rejas y alambres de púas dividen el territorio en zig-zag y algunos de quienes han vendido sus tierras a 60 pesos por metro cuadrado aún no reciben el total de su pago.
El conflicto entre el GDF, las autoridades delegacionales y los opositores reconstruyen ciertos aspectos de historias como la del aeropuerto de San Salvador Atenco en el Estado de México o la presa La Parota en Guerrero. Solo que en los casos anteriores, la obra fue cancelada o suspendida. Y aquí, continúa viento en popa.
Es el precio del progreso.

octubre 08, 2009

Surrealismo mexicano y xochimilca


En los talleres de Diseño que estamos impartiendo, durante la primera sesión hablábamos de las sillas y la creatividad, leyendo el periódico La Jornada, encontramos este interesante articulo de Arnoldo Kraus, en donde nos “dibuja” una maravillosa anécdota que sucedió cuando el poeta André Breton visito Xochimilco. Un poco de reflexión, surrealismo y magia, un buen cóctel para entendernos como mexicanos.

Había una vez un país llamado México. Un país vecino de Estados Unidos y de Guatemala. Una nación donde el surrealismo de otras épocas se achica ante el México de hoy. El México de Felipe Calderón y de los tres partidos políticos que desgobiernan de norte a sur, del oeste al este y de la tierra al cielo. Había un país llamado México que sigue llamándose México, pero que cada vez se desteje más.


¿Recuerdan la vieja anécdota de lo que le sucedió a André Breton, uno de los fundadores del surrealismo, cuando estuvo en México? Nunca he comprobado si lo que ahora reproduzco fue verdad o no, pero la fuerza de la repetición y la certeza de que Juanito y el presidente Calderón son México, son suficientes razones para creer en la veracidad de la anécdota.

Cuando Breton visitó nuestro país en 1937 fue invitado a pasear a Xochimilco. Asombrado por la belleza del lugar y por la destreza de los artesanos que hacían sillas con madera y cuerda, dibujó, en un papel, una silla. El diseño de Breton enfocó a la silla de perfil, de tal forma que sólo se veían tres patas, las de adelante y una de las de atrás; una de las patas traseras no se veía por la perspectiva del dibujo.

– ¿Podría hacerme esta silla? –pidió André al artesano.
–Encantado –respondió el maestro–. Tendré lista su silla cuando regrese de la excursión.

Inmensa fue la sorpresa del autor de Los vasos comunicantes cuando regresó: la silla estaba terminada. El artesano había copiado fielmente el respaldo, el asiento, el grosor de las cuerdas, las curvas de las patas y los colores sugeridos por el comprador. Para no desvirtuar la realidad reprodujo el dibujo punto por punto; se apegó al diseño y no lo modificó.

El resultado fue sorprendente: sólo hizo tres patas. Dice la leyenda que Breton se quedó atónito y contento: el surrealismo, montado en tres patas mexicanas, era un tema inacabado. Tenía razón. En el surrealismo mexicano de 2009, que ya no es antirracional sino racional, ahora son los indígenas de Oaxaca y Puebla los que envían remesas a Estados Unidos.

Todos sabemos en México de la heroicidad de los indocumentados que emigran a Estados Unidos y a Canadá con tal de nutrir a sus familias e impedir que mueran por el desdén y los hurtos de la mayoría de nuestros políticos. Ni siquiera Vicente Fox en sus peores momentos, o Felipe Calderón en sus mejores destellos, lo ignoran: los migrantes son nuestra pena y nuestros héroes.

Lo que sin embargo nadie esperaba es que la realidad se reinventase o se surrealice: desde hace cuatro meses los familiares de los migrantes oaxaqueños y poblanos les han empezado a mandar dinero a Estados Unidos. La palabra surrealice es un término inexistente, pero aplicable al gobierno de Calderón. Ahora las remesas han invertido su dirección: el dinero viaja de las zonas serranas de Puebla y Oaxaca hacia Estados Unidos. Las razones son obvias y dolorosas.

En una nota firmada por Susana González G., publicada en La Jornada el pasado 4 de octubre, Martín Zuvire, director del sistema de microbancos rurales de la Asociación de Uniones de Crédito del Sector Rural, manifestó que “en lugar de recibir remesas, familias que habitan en zonas de alta marginación están enviando dinero a sus parientes en Estados Unidos, que han quedado desempleados, para ayudarlos a sortear la crisis económica y evitar así que retornen a México”.

Desde hace cuatro meses algunas familias de migrantes les mandan entre 3 mil y 6 mil pesos mensuales con tal de que no regresen. Regresar implicaría pagar al contrabandista de seres humanos –pollero de acuerdo con el Diccionario de las infamias del ser humano– una cantidad similar a la erogada cuando cruzaron ilegalmente la frontera. Implicaría también perder la esperanza de que el familiar se emplee nuevamente, así como la imposibilidad de ofrecerle trabajo en su tierra natal. De acuerdo con Zuvire, en esas zonas “… las familias han vivido en ‘crisis permanente’, por lo que están mucho más entrenadas para resistir la actual recesión”.
Me repito: en México todos sabemos de la heroicidad de los indocumentados que emigran a Estados Unidos y Canadá con tal de nutrir a sus familias.

Lo que no sabíamos es que las políticas neoliberales, y las torpezas ad nauseam de los gobiernos mexicanos, se encargarían de revivir la antirracionalidad del surrealismo. La inversión de las rutas del flujo de dinero entre México y Estados Unidos es un capítulo inédito del surrealice del presidente Calderón y compañía.

Es una pena que Breton haya muerto. Es una pena que el presidente Calderón no lo pueda invitar a Xochimilco. Es un escándalo que familias que viven en “crisis permanente” envíen dinero de las zonas marginadas de Puebla y Oaxaca a los migrantes mexicanos porque Calderón no quiera financiar a nuestros polleros. Y es una pena que se sigan fabricando sillas de tres patas en Los Pinos.
Nota: les dibujamos una silla con el probable ángulo de perspectiva que Bretón le dibujo al artesano Xochimilca.

Ilustración: Roco Ocaña

  © Blogger template 'Ultimatum' by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP