Voces de paredes

El graffiti es un arte con raíces profundas en todas las culturas; es una acción expresionista, así como aquel movimiento artístico del cual es contemporáneo; es el dejar en un instante una marca, una huella, un grafo o dibujo que encierra la transmutación del ser en algo material y permanente utópicamente.
Al ser un artefacto clandestino, anónimo, espontáneo carece de una permanente validez o legitimación, éste es un protograffiti, una idéa o marca rústica, no dice nada común, al final de los tiempos solo tiene validez y legitimación para su anónimo creador o creadores, estos protograffistas pueden ser uno solo o varios, pero puede que estén solos, solos en esta realidad individualista, marginados. Su graffiti tiene validez al ser expresión de su libre albedrío y de su libertad de expresión, lo difícil es que debe aportar un sentido crítico y no viceral, pensante no solo expresionista, e incluyente, que no divida, que una.
Pasa lo contrario cuando es colectivo, se potencializa, aunque lo firme “alguien”; si es artefacto común a todos, a una comunidad o identidad se vuelve tremendamente poderoso y llegador. Si reclama una causa social, una ideología, una cosmovisión, una identidad, se convierte en la voz de las paredes de los barrios, los pueblos, las ciudades y las culturas.
Arte: Don Raúl (vecino del Barrio de Xochimilco, Coatlicue. 2008) Six. San Antonio Tecomitl.2008
Fotografías: Colectivo Tollan