Aires
De nuevo llega este aire fuerte, los ventarrones restriegan las ramas contra el cielo, las jacarandas y sus tonos lilas hacia la calle; hoy no es una tarde como otra, es una tarde de aquéllas en las cuales, uno apacigua el alma al caminar por este pueblo; hoy camine sin rumbo, fui a la plazuela de san Antonio, me senté, mire a los chicos jugar; después llegue a San Juan, le pregunté a Don Sabino que sentía esa tarde, no me contestó, solo movió unas ramas y sentí su paz de siglos. Seguí por el callejón del Camino Verde, ví algunas ruinas de casas y jacales de otros tiempos, que bonitos eran, pensé; ¿aquellas gentes de otros tiempos se habrán sentido agradecidos con esta tierra, con este pueblo?...
Los cerros ya están más verdes, estos aires traen nueva vida, están muy recios; es como si nos dijeran: ya vinimos de nuevo, vinimos a limpiar el pueblo, traemos fuerza y terquedad, atrás de nosotros vienen los días soleados y más atrás las lluvias; nosotros les vamos preparando el camino para la siembra, después la cosecha será lo mejor…qué cielo tan limpio, susurré.
Los cerros ya están más verdes, estos aires traen nueva vida, están muy recios; es como si nos dijeran: ya vinimos de nuevo, vinimos a limpiar el pueblo, traemos fuerza y terquedad, atrás de nosotros vienen los días soleados y más atrás las lluvias; nosotros les vamos preparando el camino para la siembra, después la cosecha será lo mejor…qué cielo tan limpio, susurré.
Fotografía: Colectivo Tollan
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